30 jun 2012

EL MUNICIPIO DEL BIEN COMÚN

http://www.gemeinwohl-oekonomie.org/wp-content/uploads/2011/11/icon_180x146.jpgManifiesto publicado en el grupo de facebook: facebook.com/economiadelbiencomun



EL MUNICIPIO DEL BIEN COMÚN
Una estrategia de cambio desde abajo


La Economía del  Bien Común describe un completo orden alternativo económico, un movimiento desde abajo, el cual comenzó el 6 de octubre del 2012, siendo desarrollado y puesto en la práctica de forma participativa por cada vez más empresas, organizaciones y municipios: www.economia-del-bien-comun.es

A los tres actores centrales, les corresponden los tres instrumentos principales de participación:
- Empresas : Balance del Bien Común (2012 sobre 300 empresas pioneras)
- Particulares : Creación de un grupo local o regional (Campo de Energía, actualmente 50 en 7 países)
- Municipios : Municipio del Bien Común (interés en Austria, Alemania, Italia, Suiza y España)


Formalmente un municipio puede convertirse en municipio del bien común mediante una declaración del concejo municipal en la que declara el apoyo al proceso general de la Economía del Bien Común y apoya al menos una de las 5 actividades abajo descritas. Ellos se inscriben en la página web de la “Asociación para el Fomento del Bien Común” como Municipio simpatizante.
La Asociación para el Fomento del Bien Común ayuda a la preparación de la declaración del concejo. Esta declaración puede ser completada con ideas e iniciativas del municipio propias.
Para cada una de las siguientes actividades habrá una “Semilla de diente de león” (el logo del movimiento). Como en el caso de los hoteles o pensiones se pueden alcanzar de una a cinco semillas:


1. Un municipio del bien común hace en su propio ámbito administrativo y económico un balance del bien común, lo publica e invita a municipios amigos y vecinos a hacer lo mismo. Más adelante el resultado obtenido del balance del bien común podría tener consecuencias para las ayudas de la Comunidad Europea destinadas a los municipios y para la compensación financiera. Si un municipio hace mucho en favor de la gente y de la naturaleza, debe disfrutar de ciertas ventajas fiscales, en comparación con aquellos municipios que hacen menos esfuerzos.   

“El objetivo no es que un municipio sea “mejor” que otro sino que quiera conseguir mejoras en aquellos factores de calidad de vida que le importan”.

2. Un municipio del bien común invita a los empresarios del lugar a realizar el balance del bien común;
éste da a conocer públicamente al grupo de empresas pioneras y hace visibles sus servicios especiales en favor del bien común. Esto se puede llevar a cabo por medio de una celebración anual para honrar a las empresas pioneras del municipio, hasta la preferencia de empresas del bien común en la compra y contratación pública. En algunas comunidades se están formando grupos de empresas que son acompañadas por consultores del bien común para formarse, realizar juntas el balance e informe del bien común y finalmente evaluar en el grupo los resultados. Este proceso podría ser apoyado y financiado por el municipio. Este proceso para las empresas del municipio puede ser integrado en otros procesos ya existentes, como el de la Agenda Local 21 o procesos de desarrollo regional.


3. El desarrollo participativo de un “índice del bien común municipal”,
un índice de calidad de vida que está ubicado en un nivel intermedio entre el producto del bien común (economía) y el balance del bien común (empresa). A través de procedimientos de participación ciudadana se podrían determinar los de entre diez a veinte factores de calidad de vida más importantes. Éstos podrían ser medidos una vez al año, en parte a través de encuestas que engloben a todos los hogares. A diferencia del producto del bien común, que debería ser uniforme, al menos a nivel de la Comunidad Europea, los índices del bien común pueden ser diferentes de un municipio a otro. El objetivo no es que un municipio sea “mejor” que otro, sino que quiera conseguir mejoras en aquellos factores de calidad de vida que le importan. En función de esto se deben medir las medidas políticas.

4. Proyecto de participación ciudadana para facilitar y promover una “convención económica municipal”.
En ésta los/las ciudadanos/as fijan unas veinte reglas jurídicas que deben regir la economía, en parte a nivel municipal, pero finalmente a nivel regional, nacional y a nivel europeo.
Estas se podrían encontrar cada dos meses, por ejemplo:
a)      para conocer y presentar la estructura y organización
b)      para averiguar las entre 10 y 20 cuestiones.
c)      para la investigación del aporte
d)      para discusiones más precisas
e)      para la decisión (bajo el método del Consenso Sistémico)
f)       para la preparación y consulta de los pasos siguientes (p.ej. invitación a otros municipios, fomento de un convento nacional o europeo)
El “diseño del proceso” para un convento comunal se está desarrollando por parte del equipo de redacción. Estará previsiblemente es sept. 2012 a disposición.

5.  Unirse en una  “región del bien común”.
Varios municipios del bien común pueden reunirse en su área geográfica para formar regiones del bien común. De esta manera, los municipios pueden aprender juntos y complementarse mutuamente. Una región del bien común puede, en cooperación con municipios del bien común, invitar a la autonomía correspondiente a convertirse en una autonomía del bien común.

Gran interés internacional por el concepto de municipio del bien común. 
Aunque la iniciativa de la economía del bien común es aún muy joven, ya hay un interés considerable por parte de los municipios en Austria, Baviera, Tirol del Sur, Suiza y España.  Esperamos que entre el 5-7 de noviembre 2012,  los primeros candidatos a municipio del bien común podrán anunciar (en el marco de la segunda conferencia de prensa internacional sobre el balance del bien común) que para el año 2013 van a convertirse en los primeros municipios del bien común y a poner en práctica uno tras otro los proyectos arriba mencionados.
La idea se está propagando como el viento.

Más información y contacto:
municipio@economia-del-bien-comun.es
www.economia-del-bien-comun.es  


Versión junio 2012