Este artículo señala que el
rescate financiero no resolverá el problema bancario de España, que se
basa en la no resolución de la crisis inmobiliaria consecuencia de la
especulación de la banca. El artículo añade que tal rescate afectará
negativamente a la deuda pública e incrementará la intervención por
parte de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo
Monetario Internacional) en las decisiones fiscales y macroeconómicas
españolas.
La ayuda de los 100.000 millones de
euros al sistema bancario español, realizada a través del Estado
español, está encaminada a ayudar a los Bancos (sin que se resuelva el
problema financiero que tiene España) a costa del Estado español (tanto
central, como autonómico). Hasta hoy, y a pesar del elevado déficit
público, el Estado español no tenía un problema de imposible solución.
En contra de la opinión neoliberal que atribuía erróneamente la crisis a
un excesivo gasto público, los datos mostraban claramente que ni el
déficit ni la deuda pública tuvieron nada que ver con la crisis
financiera. En realidad, cuando la crisis comenzó en 2007, el Estado
español tenía superávit y la deuda pública era de las más bajas de la
Eurozona. La explosión de la burbuja inmobiliaria –la causa real de la
crisis económica y financiera- determinó un parón del crecimiento
económico y un rápido ascenso del desempleo, lo cual (resultado de la
excesiva dependencia de los ingresos al Estado español del gravamen de
las rentas del trabajo) originó el crecimiento tan rápido del déficit
público. A mayor desempleo, menos ingresos al Estado. No fue el déficit
público, pues, el que creó la recesión, sino al revés, fue la recesión
la que creó el elevado déficit público. Pero, a pesar de ello, y aunque
la deuda pública aumentó, ésta era todavía menor que la existente en el
promedio de los países de la Eurozona. Ahora bien, esta “supuesta” ayuda
de 100.000 millones de euros incrementa la deuda pública nada menos que
un 10% del PIB, poniéndola ya por encima de lo tolerable. Es el Estado
el que deberá esta deuda, y es el Estado el que tendrá que pagar los
intereses (un 3%) a los acreedores públicos, incrementando también el
déficit público del Estado español. De ahí que tal “ayuda” ha empeorado
la situación y los mercados financieros lo saben y piden intereses más y
más altos para comprar bonos del Estado.
¿POR QUÉ ESTA AYUDA?
Esta carga innecesaria y perjudicial al
Estado (y que explica el incremento de la prima de riesgo que la deuda
pública española ha tenido desde que se anunció tal ayuda) es única y
exclusivamente para ayudar a los acreedores de la Banca privada. El
problema en España no es la deuda pública, sino la deuda privada, y son
los Bancos los que, primordialmente a través de su comportamiento
irresponsable y especulativo, crearon el enorme problema de la deuda
privada y ahora son los beneficiarios de estas “ayudas” pagadas por el
erario público, siendo los mismos que crearon el mayor problema
financiero conocido en los últimos cuarenta años.
El ciudadano normal y corriente, que no
ha tenido ninguna responsabilidad en la creación de la burbuja
inmobiliaria, es el que tendrá que pagar el pato y la deuda. Es una
situación profundamente injusta, pues es ahora el Estado el que
garantizará que la deuda de tales Bancos se pague a sus acreedores. Es
difícil diseñar un sistema más injusto. Lo justo hubiera sido que fueran
los Bancos los que pagaran por sus errores y absorbieran las pérdidas. O
al menos que se pactara entre el acreedor y el deudor la absorción de
las pérdidas. En cambio, a partir de ahora, es el acreedor –nacional o
extranjero- el que sale siempre ganando, y nunca perdiendo. Y si no se
le puede pagar privadamente, que sea el ciudadano medio el que le pague a
través del Estado. Esto es lo que se llama rescate al sistema
financiero. Y como que parte de esta deuda privada la tiene la Banca
extranjera (y de una manera muy marcada la Banca alemana) tal rescate
financiero es, como ha ocurrido en Grecia, Portugal e Irlanda, un
rescate a la Banca alemana (y en menor medida a la francesa). Y, de
nuevo, si la Banca no paga la deuda privada que tiene, la pagará el
Estado español. Es la socialización de las pérdidas, haciendo al Estado
responsable de la deuda bancaria.
EL PROBLEMA FINANCIERO Y DE PRODUCCIÓN DE CRÉDITO NO SE RESOLVERÁ
Es también claro que la falta de crédito
tampoco se resolverá, y ello se debe a que las causas del llamado
problema bancario ni siquiera se tocarán. El problema de la Banca se
basa en que el desplome de la burbuja inmobiliaria –la raíz del problema
bancario- no se está resolviendo. La Banca es la primera propietaria de
viviendas vacías (hay 3 millones de ellas según el Ministerio de
Fomento). Y el hecho de que estén vacías es porque la población no puede
comprarlas o alquilarlas. Y ello se debe a que los precios continúan
siendo artificialmente elevados. Se calcula que los precios de la
vivienda están casi un 40% por encima del precio al que deberían estar
(según la capacidad adquisitiva de la población), y ello como resultado
del excesivo poder monopolístico de la Banca que no quiere bajarlos.
Sólo han bajado el precio un 15% en los últimos dos años.
Y no lo bajarán hasta que el Estado les
obligue a ello. En Dinamarca, una casa no puede estar vacía más de 6
semanas. Aquí están años. Cuando se hizo la propuesta en el Parlament de
Catalunya de no permitir o favorecer pisos vacíos, la gran mayoría del
Parlamento se opuso, con lo cual dificultaron la resolución del tema
inmobiliario, que está detrás del problema bancario. Y ahí está el
origen del problema bancario. Los Bancos tienen demasiado poder. Los
Bancos deberían bajar el precio de las viviendas absorbiendo las
pérdidas, y cuando no pudieran, deberían dejarlos colapsar (el sector
bancario es demasiado grande en España) o nacionalizarlos (no para
privatizarlos más tarde), a fin de garantizar el crédito. La solución es
fácil de ver desde el punto de vista técnico. La dificultad es la
resistencia de los gobiernos para resolverlo.
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
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